Turismo

Turismo

La conexión  entre empresas y biodiversidad es cada vez más visible en el sector del turismo, ya que una naturaleza y unos paisajes intactos así como la diversidad de especies son factores de negocio clave para turoperadores, instalaciones hoteleras y todos los grupos de interés de la industria turística. ¿Qué efecto tendrá en el turismo el hecho de que los arrecifes de coral están cada vez más degradados y puede que pronto desaparezcan debido al cambio climático? ¿Cuál es el valor económico de una playa limpia o de una pared de escalada rodeada de un bello paisaje?

Paradójicamente hay una gran parte del sector turístico que depende de los servicios ecosistémicos que proporciona un medio natural intacto y que propicia la destrucción de estos hábitats de valor incalculable para construir complejos hoteleros, paseos marítimos o remontes de esquí.
 
En definitiva, la conservación de la biodiversidad siempre tiene una gran vinculación con el ámbito local. Por lo tanto, los hoteles y los turoperadores pueden tener un gran impacto sobre el desarrollo de los destinos turísticos.  Están en una posición única para desarrollar proyectos de conservación de la biodiversidad de todo tipo en colaboración con las administraciones y grupos de interés locales.

Riesgos

La explotación turística conlleva en ocasiones la degradación o incluso pérdida de ecosistemas de gran valor. El consumo de agua de hoteles, parques de atracciones, etc. es muy elevado a pesar de que existen tecnologías más eficientes y a pesar de que se tiene constancia de que la sobreexplotación de recursos hídricos conlleva la destrucción de ríos, lagos, zonas húmedas y reservas de agua subterránea.

Asimismo, muchas actividades motorizadas contribuyen al calentamiento global, lo que incrementa la presión sobre los ecosistemas. La alteración de los ecosistemas  y sus consecuencias como, por ejemplo, la desaparición de las barreras de coral o la disminución de los días de nieve al año, van a tener consecuencias notables en el turismo.

Muchas actividades turísticas, especialmente las que se practican al aire libre como el senderismo, el ciclismo o montar en canoa, dependen de la existencia de ecosistemas en buen estado y, por lo tanto, de la biodiversidad.  Si los ecosistemas naturales o semi-naturales  están amenazados, es inevitable que exista un alto riesgo de pérdida de ingresos para el sector turístico. Por ejemplo, en las tres últimas décadas se ha perdido un 80% de los arrecifes de coral del Caribe, lo que conlleva una pérdida acumulada de 300 millones de dólares anuales para la industria del submarinismo.

Incluso el turismo convencional necesita tener en cuenta el estado de conservación del medio natural, ya que las expectativas de los visitantes aumentan. Por ejemplo, una encuesta realizada por TUI a los consumidores en 2010 en ocho países europeos reveló que cerca de un 70% otorgaba importancia a la protección de los recursos naturales, un 67% consideraba importante de forma explícita la protección del medio ambiente y un 64% esperaba que los proveedores turísticos fueran activos en la conservación de la naturaleza.

Hay una larga lista de ejemplos que prueban que los turistas rechazan los paisajes deteriorados y cambian de destino. Un gran número de estudios y encuestas muestran la creciente importancia de la calidad ambiental como un factor de decisión de los turistas. No darse cuenta de esta realidad suponer arriesgarse a perder clientes en este competitivo mercado.

Oportunidades

Además de riesgos también existen oportunidades de negocio diversas y sostenibles económicamente en el desarrollo de actividades turísticas que protegen la naturaleza. Un conocido ejemplo es el eco-resort “Chumbe Island Coral Park Ltd.”, Tanzania, que invirtió 1,2 millones de dólares en la conservación de un arrecife de coral. El arrecife de Chumbees uno de los mejor conservados en la región y en él habitan especies incluidas en la lista roja de la UICN. El hotel Chumbe Island se ha construido siguiendo criterios ambientales como el uso de material local, energía fotovoltaica, ventilación natural o reservorios de agua.

Debido a estas oportunidades ligadas al ecoturismo la empresa genera 500.000 dólares al año y da empleo a 43 personas, de los cuales 41 son población local.